Mientras el calendario marca el inicio del segundo semestre del año, en las carreteras de Cutervo reina el silencio… el polvo… el abandono. No hay maquinaria, no hay obreros, no hay ni rastro de lo que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) prometió: el reinicio de las obras viales que supuestamente comenzarían «sí o sí» en julio. Una promesa más al archivo de los engaños. Otra mentira más disfrazada de “acuerdo histórico”.

¿Recuerda usted aquella reunión en la Plaza 02 de Mayo de Cutervo, donde las organizaciones sociales y autoridades locales se sentaron cara a cara con los emisarios del MTC y su pomposa “comisión de alto nivel”? Algunos la calificaron de “jornada histórica”. Firmaron actas. Aplaudieron compromisos. Incluso hubo quienes celebraron, como si ya se hubiera asfaltado la Longitudinal de la Sierra. Hoy, 2 de julio, no hay ni una sola máquina en el subtramo Cochabamba – Cutervo – La Capilla – Puerto Chiple. Nada. Solo promesas tiradas al tacho. La concesionaria Convial Sierra Norte S.A. Solo brilla por su ausencia.

El “corredor vial de emergencia” que debía mejorar la ruta Cutervo – Sócota – San Andrés – Santo Tomás – Pimpincos – Cuyca, tampoco se ha tocado. Provías Descentralizado se comprometió a emitir una resolución de emergencia. ¿Dónde está esa resolución? ¿Dónde está esa intervención inmediata? El pueblo exige respuestas, pero lo único que recibe es silencio institucional y el eco de los discursos vacíos.

Según el acuerdo firmado con bombos y platillos, en 45 días se entregarían los Términos de Referencia (TDR) y estudios técnicos. En tres meses, comenzarían las obras. ¡Incluso se habló de un proyecto para un corredor asfaltado de doble vía! Eso también será otra burla más.

Y mientras todo esto sucede, ¿dónde está la Defensoría del Pueblo que se presentó como garante? ¿Qué seguimiento han hecho las organizaciones sociales que llenaron la plaza central y paralizaron la ciudad en un 90 %? ¿Qué dicen los dirigentes que defendieron la firma de un acta que, a la luz de los hechos, solo sirvió para calmar a una población indignada?

Como medio de comunicación advertimos: no había nada que celebrar. Nos acusaron de pesimistas. Hoy, el tiempo nos da la razón. Las promesas del MTC no eran más que humo, palabras huecas que se desvanecen tan rápido como las esperanzas del pueblo.

Los dirigentes que lideraron la lucha en Chiple han sido burlados. Las autoridades que se mostraron serviles ante una comisión sin poder de decisión, han quedado en ridículo. Y el pueblo, el verdadero protagonista de esta historia, vuelve a ser el gran traicionado.

¿Cuántas veces más vamos a permitir que nos vean la cara?
¿Hasta cuándo el centralismo limeño va a seguir humillando a Cutervo?
Se acabó el tiempo de las promesas. El pueblo necesita obras, no discursos. Acción, no actas. Y justicia, no burlas.

Fuente: Canal Digital Cutervo

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